Conjunto Les Carillons. Grabación: Estudio Master de la Radio Universidad de Chile, julio de 2002. Edición, 2003.
Casi cincuenta años de interpretación profesional de Música Antigua en Chile se recuerdan en estos días en los que se vive la consolidación del género, con destacados artistas y conjuntos dedicados, y con un interés cada vez mayor de parte del público. El fenómeno tiene décadas en el mundo y ha producido cambios en el modo de enfrentar sectores importantes del repertorio.
La forma en que la audiencia ha sido cautivada se basa en el valor de las partituras, que someten al auditor a posibilidades nuevas y al análisis, mientras exigen a los intérpretes avidez histórica y relaciones culturales que están más allá de un pentagrama: pintura, poesía, filosofía, arquitectura, sentido religioso, medio social y esquema político, todo tiene que ver a la hora de la reconstrucción.
Además, es música que aún no tiene sesgo estético, lo cual da una sensación de serenidad y libertad prohibida para otros sectores ya encasillados en formas de ejecución. En un mundo en el que cada cual funciona en feudos y donde es habitual la descalificación entre los propios artistas, esto puede abrir caminos.
El joven conjunto Les Carillons, dirigido por el laudista Rodrigo Díaz, ofrece el primer repertorio estudiado. Contempla obras del Cancionero de Palacio (1474-1516), del Cancionero de Upsala (1556), del Cancionero de Medinacelli (1535-1595) y del Archivo Musical de Chiquitos (Bolivia, siglo XVIII), además de páginas de Diego Ortiz, Antonio de Cabezón, Enríquez de Valderrábano y Alonso de Mudarra. El Barroco temprano está representado por obras de Rossi, Bondioli y Bassano, con extensión a América a través de Roque Ceruti (1683-1760), italiano que llegó a Lima en 1708 y que fue el primer compositor de Lima que habitualizó el aria da capo. Además, se presenta el anónimo “A che Angele” que, según escribe el gambista Pablo Ulloa, “es una de las más antiguas canciones encontradas en la zona guaraní de Bolivia”. Fue editada por Piotr Nawrot, sacerdote del Verbo Divino responsable de la transcripción de la mayor parte del Archivo Musical de Chiquitos.
Les Carillons aborda el trabajo con naturalidad y fluidez, y con la soltura necesaria para construir música que tiene fuerte raigambre popular. Danzas, villancicos, romances y sonetos emergen con simplicidad y delicadeza, como sucede en la “Pavana” de Enríquez de Valderrábano, tomada del libro de música de vihuela (Valladolid 1547), y en la “Pavana y Gallarda”, de Alonso de Mudarra. La soprano Nora Miranda aporta la calidez de su material en una entrañable versión de “Con qué la lavaré”, de Juan Vásquez.
Juan Antonio Muñoz H.
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